Hace unos años me decidí a aprender origami. No te voy a mentir: abandoné cuando las cosas se empezaron a complicar. Pero, de todos modos, aprendí a hacer varias cosas.
Este ornamento es lo primero que hice. Utilicé unos papeles de folletos en rojo, dorado y verde que tenían un aire oriental. La verdad es que quedó muy bien y mi mamá todavía lo tiene colgado en su biblioteca.
Se necesitan tres cuadrados de papel del mismo tamaño. Un consejo: empezá con cuadrados grandes (por ejemplo 20 cm x 20 cm) para practicar los dobleces. Después podés ir reduciendo a la medida que más te guste.
Aquí te dejo las instrucciones. Un poco de paciencia, unos lindos papeles, cintas y cuentas de colores es todo lo que se necesita.
Te cuento un secreto. Cuando me familiaricé bastante con el plegado empecé a hacer variaciones en los materiales. Hice unos en tela (previamente pintada con cola vinílica para darle firmeza), que quedaron muy bien y otros, más rústicos, con papel kraft (papel madera) y cuentas de madera.
