23 de abril de 2009

Técnica de afelpado

El afelpado de lana es una técnica antigua que se ha hecho muy popular en el último tiempo. Es el proceso que transforma tejido de la lana en una tela densa, con las fibras muy unidas entre si.


El afelpado en húmedo se vale del calor, la agitación y la humedad para encoger y compactar las fibras de la lana. Para hacerlo vas a necesitar lana y una máquina de lavar.

Lo primero que tenés que hacer es elegir el hilado y el proyecto que querés realizar. El hilado tiene que ser 100% lana, ya que no funcionará si tiene fibras sintéticas.

Si vas a usar varios colores, que sean de la misma calidad y grosor, ya que no todas las lanas se afelpan de la misma forma y en el mismo tiempo. Dicen que los colores oscuros se afelpan más rápido que los claros. Habrá que tenerlo en cuenta.

Otra alternativa es usar un viejo sweater, que una vez afelpado se puede convertir en un gorro, una cartera o cualquier otra cosa.Si vas a tejer tené presente que la pieza va a encoger bastante, un 25% aproximadamente.

Seleccioná en tu lavarropas el programa de lavado que más zarandeo produzca. Se puede poner un poquito de jabón, aunque hay quienes no lo recomiendan. Se supone que el jabón acelera el proceso. Otros aconsejan poner un poco de bicarbonato para mejorar la calidad del afelpado.

Es conveniente colocar la pieza dentro de una funda de almohada o alguna bolsa de tela, para evitar que la pelusa que se pueda desprender, arruine el lavarropas. Asegurate que no queden hilitos sueltos en el tejido.

Llená el lavarropas con agua caliente y agregá unas gotas de jabón y el bicarbonato (si querés probar). Colocá la prenda dentro de una bolsa o funda bien cerrada (la prenda debe tener lugar para moverse dentro de la bolsa). Hay quienes aconsejan poner un jean porque produce más agitación en el agua. También leí en algún lugar sobre poner un par de pelotas de tenis. Si no querés poner nada no lo hagas, pero no pongas otra prenda o una toalla porque terminará todo en un lío.

Dejá que se zarandee unos 10 minutos y espiá como va. Hacelo tantas veces como sea necesario hasta que consigas el resultado que estás buscando. Cada vez reiniciando el ciclo con agua caliente, no lo olvides.

Cuando decidas que ya está listo, dejá que el ciclo continúe con el enjuague y centrifugado. Algunos opinan que el centrifugado puede dañar la prenda. Si querés, podés enjuagar a mano y quitar el exceso de agua con una toalla.

Ahora solo hay que dejarlo secar. Extendé la pieza sobre una toalla limpia, sobre una superficie dura. No lo pongas al sol o al calor directo y, por supuesto, no lo pongas en el secarropa. Es suficiente con que esté en un lugar donde circule bastante aire.

El secado llevará su tiempo (unos dos días, dependiendo del clima). Mientras esto sucede, podés ir estirándolo para corregir la forma y dándolo vuelta para que se vaya secando.

Una vez seco, el trabajo está terminado, pero podés darle algunos toques, como por ejemplo, cortar algunas pelusas o fibras que hayan quedado muy largas.

Una última cosa: el olor a oveja mojada desaparecerá cuando seque completamente.

El tutotial es de Family Crafts y las imágenes de Hello Yarn.

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