Pero ahora me decidí a terminarlas, porque, en realidad, lo único que hace falta es la decisión.
Estos monederos pertenecen a la época "puntiaguda". Unos botones y algún detalle y están listos para cuando haga falta hacer un regalo.

Estos otros son de la serie "restos".
El de la flor turquesa está hecho de bolsas plásticas.
Los rectangulares son todos los restitos de lanas que encontré.
El triangular (modelo que me encanta) es lo que me quedó de un saco que me tejí hace varios años y solo necesita un cierre.
El corazón fue mi primer intento y quedó bastante bien. Una cintita y a colgarlo.

